Les Aubaguetes

Te dijo “me caes genial”, y tú ya estás tarareando la canción del primer baile. Que no, que no pasa nada… solo que Les Aubaguetes te entiende. Porque hay amores que no se dicen, pero se sienten, y vinos que no necesitan declaración oficial para dejarlo todo claro desde el primer sorbo.

Este vino viene de una parcela única, como esa conexión que no es nada pero es todo. Concentrado y con aromas de fruta negra madura que entran como esos mensajes nocturnos que claramente no son solo por amistad. Matices balsámicos que huelen a planes no confesados y paseos que empiezan como amigos y acaban… bueno, quién sabe.

En boca, potente y sedoso, como ese abrazo que se alarga un poquito más de lo normal. Tiene esa textura ligeramente polvorosa que te recuerda que, aunque todo parece en el aire, hay sustancia. Acidez presente, porque el drama nunca falta, y taninos aterciopelados que acarician como esa frase ambigua que te deja dándole vueltas todo el día. Y claro, el final es largo y persistente… como tú esperando que dé el siguiente paso (spoiler: mejor que lo dé este vino).

Así que si estás en esa fase de “solo somos amigos” pero ya tienes claro qué canción sonará mientras tiráis arroz, Les Aubaguetes es tu aliado. Porque mientras esperas su respuesta, al menos sabes que este vino sí tiene claro lo que quiere contigo.